Simulaciones creadas por un grupo de astrónomos sugieren que los rayos gamma que acompañaron una fusión de estrellas de neutrones, detectada en 2017, provienen de un estallido de corta duración visto en un ángulo de 30°.
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Simulaciones creadas por un grupo de astrónomos sugieren que los rayos gamma que acompañaron una fusión de estrellas de neutrones, detectada en 2017, provienen de un estallido de corta duración visto en un ángulo de 30°.
Desde luego que a los agujeros negros no podemos verlos: la deformación del espacio-tiempo hace que incluso la luz sea tragada por estos monstruos supermasivos.