Gracias a observaciones con diversos instrumentos, un equipo internacional de astrónomos encontró estrellas recién formadas en una galaxia a 13 mil 280 millones de años luz de distancia, esto es, sólo 250 millones de años después del Big Bang.
El descubrimiento muestra que las estrellas de la galaxia llamada MACS1149-JD1, se formaron en una etapa inesperadamente temprana en la era del Universo. Estas observaciones rompen el propio récord del equipo científico que ha detectado lugares donde se forman estrellas, usando gas oxígeno como trazador.
Los astrónomos confirmaron la distancia de la galaxia a través de observaciones realizadas con el conjunto de antenas Atacama Large Millimeter Array (ALMA) y los telescopios gigantes Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral. La distancia equivale a mirar hacia atrás en el tiempo, cuando el universo tenía apenas 500 millones de años, esto es, el 3.5% de su edad actual.

Aunque la presencia de galaxias en esta época no es necesariamente sorprendente, la detección de oxígeno en MACS1149-JD1 resulta algo notable. El oxígeno sólo se crea en las estrellas y luego se libera en las nubes de gas cuando esas estrellas mueren. La presencia de oxígeno en MACS1149-JD1 indica, por lo tanto, que una generación previa de estrellas ya se había formado y había muerto en un momento anterior.
Utilizando observaciones infrarrojas tomadas con el Telescopio Espacial Hubble y el Telescopio Espacial Spitzer, encontraron que el brillo observado de la galaxia está bien explicado por un modelo donde el inicio de la formación de estrellas corresponde a unos 250 millones de años después de que comenzó el Universo.

El estudio, publicado hoy en la revista Nature, es un esfuerzo internacional y de colaboración entre astrónomos de Japón, el Reino Unido, Chile, Francia y Alemania.
Al establecer la edad de MACS1149-JD1, el equipo ha demostrado efectivamente la existencia de galaxias tempranas a tiempos anteriores a aquellos en los que actualmente podemos detectarlos directamente.