No todas las explosiones de supernovas son iguales. Un primer tipo, denominado por los astrónomos supernovas II (SN II), ocurre cuando una estrella muy masiva, con 10 o más veces la cantidad de materia contenida en el Sol, llega al final de sus días y detiene súbitamente la producción de energía nuclear, justo al intentan fusionar el elemento Fierro.
Un segundo tipo de supernovas, llamado supernovas Ia (SN Ia), corresponden también a la explosión termonuclear, pero en este caso, de un remanente estelar conocido como enana blanca, que en esencia son los restos de una estrella como el Sol. La destrucción de la enana ocurre cuando tiene a su disposición material para comer, proveniente de una estrella cercana: mientras se va alimentando de la compañera, la enana crece en masa hasta llegar a un límite de sustentación, llamado límite de Chandrasekar, igual a 1.4 veces la masa del Sol, entonces colapsa y explota. Este tipo de supernovas son de gran importancia para la cosmología, porque todas las SN Ia brillan con la misma intensidad y sirven como regla o «vara» para medir distancias en el Universo.

Sin embargo, en los primeros años de este siglo, se comenzaron a identificar supernovas que en muchos sentidos se parecían a las SN Ia, pero eran más débiles, y fueron llamadas SN Iax. En esos momentos, la propuesta más aceptada por los científicos era que las enanas blancas de las SN Iax no habían sucumbido totalmente, dejando restos de ellas.

Pues ahora, un grupo de astrónomos ha identificado en nuestra galaxia lo que aparenta ser el desecho de una enana blanca de baja masa. El objeto conocido como LP 40-365, se mueve rápidamente y la inusual composición sugiere que podría tratarse de los restos de una rara SN Iax.
En el artículo publicado en la revista Science, liderado por Stephane Vennes de Instituto Astronómico de la Academia Checa de Ciencias, dan a conocer el estudio sobre LP 40-365. En él, mencionan que, si la interpretación de los resultados es correcta, parte de la enana original que explotó como supernova sobrevivió, creando los restos que ahora forman a LP 40-365, cuya extraña composición química con elementos como silicio, magnesio, sodio y oxígeno, es lo esperado después de un evento tipo SN Iax.

Los astrónomos calculan que la explosión debió ocurrir hace unos 50 millones de años.
Justo ahora LP 40-365 se encuentra en dirección de la constelación de la Osa Menor y seguirá siendo objeto de más investigación hasta comprobar o descartar que se trata de un caso supernova Iax.
Fuente de la información: EurekAlert!