Si parpadeas, es posible que no los veas. Pero gracias a la cadencia con que Rosetta capturó imágenes del Cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko durante su período más activo, en agosto de 2015, los científicos que buscaban breves y potentes emisiones pudieron capturarlas por montones. En los tres meses de mayor acercamiento al Sol, que culminaron hace casi dos años, en agosto de 2015, Rosetta capturó no menos de 34 estallidos en el cometa.
El aumento de la energía solar durante aquellos meses calentó el hielo del cometa convirtiéndolo en gas que, a su vez, se liberó al espacio arrastrando consigo gran cantidad de polvo. Estas violentas emisiones eran mucho más brillantes y llegaban mucho más allá que los chorros y flujos de materia identificados previamente cuando eran expulsados del núcleo del cometa. A pesar de que duraron apenas unos minutos, pudieron liberar entre 60 y 260 toneladas de material del cometa.

Como puede verse en este montaje de imágenes, algunas de las emisiones fueron chorros largos y estrechos que llegaban muy lejos del núcleo del cometa, mientras otras tenían una base más ancha y se expandían más hacia los lados. Otras parecen una combinación de ambas.
Los científicos que estudiaron los estallidos incluso fueron capaces de rastrear sus orígenes en la superficie. Algunos se encontraron asociados a cambios en las temperaturas locales, quizá cuando después de muchas horas de oscuridad llegó la luz del día o después de varias horas de calor llegó la noche; otras emisiones procedían de áreas asociadas con fosas y acantilados profundos.

Las imágenes que se ven aquí provienen de la cámara de alta resolución OSIRIS y de la cámara de navegación de la nave espacial. Busca más imágenes en los archivos de la Agencia Espacial Europea (ESA) en su ESA’s Archive.
Rosetta llegó al cometa el 6 de agosto de 2014 y liberó al módulo Philae el 12 de noviembre de 2014. Rosetta siguió al cometa en su recorrido alrededor del Sol durante poco más de dos años, observando el aumento y el descenso de su actividad y regresando a la Tierra una gran cantidad de datos científicos procedentes de sus instrumentos de detección local (in situ en el cometa) y remota (en órbita). La pionera misión de Rosetta concluyó el 30 de septiembre, cuando descendió sobre la superficie del cometa en un impacto controlado.
Fuente: sitio del esa.int