A todos, en algún momento de nuestras vidas, nos pica el bichito de observar el cielo nocturno y los astros. Quizás fuimos impulsados por algún amigo o por nuestra propia sed de conocimiento, después de leer un libro, ver algún documental o simplemente al darnos cuenta de que el universo guarda cosas increíbles.
Y por supuesto, llegado ese momento, también decidimos comprar nuestro primer telescopio. A casi todos nos ha pasado: llegamos a la tienda, el vendedor nos habla en términos desconocidos, frustrados terminamos comprando algo que no estábamos buscando, a los pocos días el equipo termina arrumbado en el armario y jamás logramos comprender cómo diablos funciona. Una clásica y triste historia.

El objetivo de este artículo es ayudar, y en cierto modo acompañar, a todos quienes se han planteado adquirir un equipo astronómico. Desde luego que hay una gran cantidad de temas por tocar, pero comenzaremos por tres de los más importantes: cómo ubicamos objetos en el cielo, el instrumento óptico, es decir el telescopio, y el soporte o montura que mueve el telescopio de determinada manera.
Posiciones y coordenadas
Antes de hablar de los telescopios y las monturas, vale la pena recordar que para ubicar cualquier objeto en el cielo, podemos usar varios tipos de coordenadas. Dos de las más comunes son, las ecuatoriales, que van acorde con el movimiento aparente de la mayoría de los objetos celestes y por otro lado, las altazimutales, que consideran la posición con respecto al horizonte y al punto más alto en el cielo.
Dejaremos aquí las siguientes descripciones e imágenes, que serán de utilidad más adelante.
Coordenadas ecuatoriales: dividen el cielo en una malla con 24 hrs (ascensión recta o AR) y con 90° (declinación o dec). La AR corre de forma similar a los meridianos terrestres (longitud) y la dec a los paralelos (latitud). Pensando en la divición de las coordenadas, en AR tenemos aproximadamente 12 hrs que dividen el cielo que vemos en el día y 12 hrs de la noche. En el caso de la dec, la división es de +90° y -90° desde los polos norte y sur, respectivamente, hasta el Ecuador, donde dec es 0°.
Coordenadas altazimutales: en estas, el cielo se divide en aros concéntricos medidos en altitud desde el horizonte hasta el punto más alto en el cielo (zenith) y en acimut desde el norte, continuando 360° hacia el este.
Monturas
Conocer las posiciones y coordenadas en el cielo, nos da pie para describir los dos tipos de monturas mas usadas: monturas ecuatoriales y monturas altazimutales.
En las primeras, los ejes móviles se alinean con las coordenadas ecuatoriales, es decir, tienen un movimiento “natural” de los objetos celestes. En el segundo tipo, como su nombre lo indica, los ejes de movimiento responden a las coordenadas altazimutales.
En cuanto a su estructura, son fáciles de identificar: las ecuatoriales tienen una barra con contrapeso del lado contrario donde se coloca el telescopio y en las altazimutales el telescopio va montado en una especie de «U» o media «U» y no tiene ningún contrapeso.
Ambas monturas normalmente van sobre un trípode o tripie que permite moverlas hacia los polos celestes (por ejemplo, hacia la estrella Polaris en el hemisferio norte), esto en el caso de las ecuatoriales y por otro lado, hacia el punto cardinal norte cuando se trata de las altazimutales.

Tipos de telescopios
Ahora sí, podemos avanzar y hablar un poco de los tipos más comunes de telescopios, para hacer la mejor elección.

Primero, los hay en tres tipos: refractores, reflectores y una combinación de ambos, llamados catadióptricos.
Los telescopios refractores constan de un tubo donde van montadas las lentes que concentran la luz en un punto focal.
Los telescopios reflectores constan de un tubo donde van montados los espejos, cuya geometría puede ser circular, parabólica o hiperbólica. La combinación de los espejos llevan la imagen hasta el punto focal.
El tercer tipo de telescopios cuya arquitectura combina lentes y espejos, son los catadióptricos y se muestran en la figura siguiente.
Algo que se debe tomar en cuenta antes de adquirir un telescopio es la calidad óptica de las lentes y los espejos.

En el caso de los telescopios refractores, la luz atraviesa las lentes y los distintos colores que la componen podrían enfocarse en lugares diferentes, provocando un problema llamado aberración cromática. El resultado será un imagen con bordes coloridos y no enfocada. Los telescopios que intentan minimizar este problema, pero no logran eliminarlo del todo, se llaman acromáticos y están formados de una o dos lentes de mediana calidad. Otro tipo de refractores, algo más sofisticados, son los apocromáticos, que al tener tres o más lentes producen imágenes muy nítidas, tanto para observar directamente como para tomar fotografías. La diferencia entre ambos tipos de refractores se ve reflejado en su precio y los apocromáticos son mucho más caros que los acromáticos.

En el caso de los reflectores, hay una mayor variedad: los hay del tipo Newtoniano, Cassegrain, Maksutov, etc. Los más sencillos, económicos y de una calidad óptica nada despreciable son los Newtonianos. Los de este tipo no presentan aberración cromática y básicamente están formados por tubo con una boca abierta y en el fondo el espejo que concentra la luz hacia un pequeño espejo plano, desde donde sale perpendicular al tubo, hasta el ocular. Los del tipo Cassegrain también cuentan con un tubo con una boca para que entre la luz y sea reflejada por el espejo principal. De ahí va a un espejo secundario convexo que refleja la imagen, ya no lateral del tubo, sino al centro del espejo principal, que consta de un orificio por donde pasa la luz al punto focal. Hablando de precios, otra vez, los Newtonianos son mucho más económicos que los Cassegrain.
Entonces, ¿qué compramos?
Conociendo ya los aspectos generales de los telescopios, podemos entender mejor las diferencias entre los productos que una tienda nos ofrece. Sin embargo, debemos atender a una consideración final.
Normalmente, todos pensamos que un telescopio sólo sirve para observar directamente con nuestros ojos. Y resulta que tiempo después descubrimos que algunas personas también pueden tomar fotos con su telescopio. Cuando eso pasa, ¡también nosotros queremos tomar fotos! De manera que la elección del instrumento adecuado se complica más.

Sin entrar en detalles (que en un futuro podremos resolver), yo les recomiendo que si sólo quieren hacer observaciones, les bastará un reflector Newtoniano de 4 a 6 pulgadas de diámetro (10 a 15 cm), sobre una montura ecuatorial o altazimutal. Con esto, podremos disfrutar de muchas noches descubriendo el cielo.
Si lo que quieren es también incursionar en la fotografía astronómica o astrofotografía, les recomiendo un muy buen refractor apocromático, un Newtoniano o un Cassegrain, sobre una montura ecuatorial. Además, es indispensable que la montura tenga algún tipo de mecanismo electrónico para su desplazamiento mientras se toman las imágenes.
Probablemente la moraleja de este primer post es: comprar un telescopio no es cosa fácil y hay que pensarlo dos veces antes de adquirir lo que sea. Aún más, el mundo de la astronomía requiere avanzar poco a poco, leer e informarse mucho, preguntar a los más avanzados, etc., pero sobre todo, debemos disfrutar los que hacemos y lo que aprendemos.
Espero haber contribuido en los primeros pasos en la elección de su futuro primer telescopio y nos seguiremos encontrando por estas latitudes.
Saludos y noches despejadas para ustedes.
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