Una guardería espiral de recién nacidas

EEn agosto de 1764, el astrónomo Charles Messier agregó a su catálogo de nebulosas y cúmulos estelares a una pequeña mota espiral, descubierta por él justo en la constelación de Triangulum, El Triángulo. Le asignó el número 33.

Se trataba de una más de las nebulosidades con apariencia de torbellino, como la otra encontrada muy cerca en el plano del cielo, en plena constelación de Andrómeda y clasificada por el francés con el número 31.

La verdad es que el objeto 33 de Messier fue detectado por primera vez 100 años antes por el astrónomo italiano Giovanni Battista. Sin embargo, M33, como es conocido ahora, puede encontrarse a simple vista bajo buenas condiciones de cielo (aunque no es fácil), de manera que, probablemente, algún observador experimentado en los pasados cientos o miles de años pudo haberlo identificado.

La naturaleza de este tipo de objetos era desconocida hasta principios del siglo XX y el debate se centraba en si estas nebulosas espirales pertenecían a nuestra galaxia (y por lo tanto eran objetos pequeños) o eran galaxias como la nuestra a distancias enormes. En 1926, el gran astrónomo Edwin Hubble resolvió el dilema. Observando un tipo de estrellas llamadas Cefeidas pudo estimar las distancias a las espirales y determinó que se trataba de otras galaxias como la Vía Láctea.

En efecto, M33 se encuentra a 3 millones de años luz de la Tierra y es considerado el objeto celeste más distante visible sin ayuda de un instrumento óptico. La luz que nos llega de la galaxia salió de ella cuando se daba el mayor intercambio de especies animales en América. Un evento conocido como El Gran Intercambio Americano, ocurrido al final de la época geológica del Plioceno.

Galaxia M33.
Galaxia M33.

M33 es una galaxia impresionante, pero también muy importante en astronomía por su cercanía y estructura. Está llena de regiones de formación estelar, donde justo ahora comienzan a brillar miles de estrellas enormes y masivas, pero también millones de pequeñas. La galaxia entera es una guardería de estrellas recién nacidas. La imagen entregada hoy por el Observatorio Europeo Austral (ESO) nos muestra estas regiones con un color rojo pálido, producto del plasma que rodea los enormes cuneros estelares. Se trata de la luz irradiada por del hidrógeno ionizado.

Una de estas regiones se ubica en la parte baja de M33 y es conocida como NGC 604 (número 604 del New General Catalog). En ella se están formando unas 200 estrellas masivas, con masas muy superiores a la del Sol y que terminarán sus vidas en explosiones de supernova. NGC 604 es enorme y muy brillante: tiene un diámetro de unos 1,500 años luz y emite 6,300 veces más luz que la famosa Nebulosa de Orión en nuestra galaxia.

Región NGC 604 en la galaxia M33.
Región NGC 604 en la galaxia M33.

M33 en el Triángulo, la galaxia de Andrómeda (M31) y la Vía Láctea son los miembros más grandes del grupo local de galaxias, que lo completan cerca de 50 galaxias pequeñas. Y por si le faltara algo a este torbellino galáctico, se aproxima a la Vía Láctea con una velocidad de unos 100,000 km/hr. Muy probablemente, en un futuro muy lejano, M33, M31 y nuestra Vía Láctea terminarán fusionadas en una sola y enorme galaxia.

La imagen de la ESO fue tomada con el Telescopio VLT Survey de 2.6 metros, en el Observatorio de Paranal en Chile.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: